Nacho Rodrigo se incorpora a nuestro equipo de Ambassadors con el ánimo y compromiso de fortalecer el propósito de nuestra asociación.
Con seis años de trayectoria como cofundador de Nivimu y más de 20 años en la dirección de recursos humanos en hoteles, ha forjado una carrera caracterizada por la innovación en la gestión de talento y la implementación de proyectos transformadores.
Será un miembro activo en España para difundir, entre otros, los valores y las actividades de AMCHO y promover y participar en las actividades y eventos.
En resumen, un Ambassador es un líder apasionado, comprometido y con una gran capacidad de representación. Además, es un defensor de los valores de la asociación y un promotor del bienestar laboral y la felicidad de las personas.
Desde aquí agradecemos a Nacho por su disponibilidad y compromiso hacia AMCHO.
Le hemos hecho una serie de preguntas respecto a su motivación por el rol y sobre el bienestar organizacional. Disfruta de ellas! Su contenido te dejará huella!
1. ¿Qué significa para ti la felicidad y el bienestar organizacional, y cómo se alinea con tus valores personales?
Para mí, la felicidad y el bienestar organizacional no son conceptos abstractos ni metas accesorias; son el corazón del liderazgo responsable y sostenible. A lo largo de mi trayectoria, he aprendido que una organización florece cuando sus personas lo hacen. La felicidad en el entorno laboral no significa necesariamente estar siempre sonriente, sino sentirse valorado, escuchado y con propósito. Es tener un espacio donde se puede ser uno mismo, donde hay confianza, respeto y un compromiso mutuo.
El bienestar organizacional, por su parte, es la capacidad que tiene una empresa para crear un entorno en el que las personas no solo puedan desarrollarse profesionalmente, sino también cuidar su salud física, emocional y mental. Para mí, esto se traduce en políticas y culturas que respetan los ritmos humanos, promueven la empatía, y fomentan relaciones genuinas entre compañeros.
Esto está profundamente alineado con mis valores personales. Siempre he creído que liderar es servir, y servir es cuidar. Cuidar de las personas, tanto de los compañeros como de los clientes o incluso de los proveedores es lo que da sentido a mi trabajo. Me esfuerzo por ser un ejemplo de coherencia: escuchar antes de hablar, crear espacios seguros para el diálogo, y entender que el éxito organizacional empieza por cómo tratamos a quienes forman parte de nuestro equipo. Porque al final, los resultados son importantes, pero el cómo se consiguen es lo que realmente deja huella.
2. ¿Qué te motivó a aceptar el rol de Ambassador de AMCHO?
Primero el impacto positivo que puedo generar en las personas y las organizaciones, siendo AMCHO una plataforma para multiplicar mi impacto más allá de mi empresa actual. Ser Ambassador, me permitirá influir en culturas organizacionales y comunidades comprometidas con el desarrollo humano y el bienestar colectivo.
Segundo la coherencia con sus valores de liderazgo humano y consciente. AMCHO promueve principios como el liderazgo empático, el equilibrio entre vida y trabajo, y la importancia del propósito; siento que el rol es una extensión natural de mi forma de entender el liderazgo.
Tercero, la oportunidad de inspirar desde mi propia experiencia. Aunque me miro al espejo y me veo joven, con pelo y delgado la verdad es que con mis 54 años y mi larga trayectoria (Repartidor, Comercial, Abogado, Juez Sustituto, Director RRHH, Político, Cofundador Startup, Director Operaciones, Director Comercial), estoy ya en una etapa en la que busco dejar un legado, me siento obligado a devolver a la comunidad todo lo positivo que me he ido encontrando a lo largo de mi carrera. Como Ambassador, podré compartir aprendizajes, mentorizar, y ser una voz que inspire a líderes más jóvenes a priorizar una gestión más humana y el bienestar en la gestión empresarial.
Cuarto una conexión con una comunidad de propósito común, el participar como Ambassador también me dará la oportunidad de formar parte de una red de personas y organizaciones que comparten una visión humana del trabajo, estar entre iguales. Esa conexión emocional y profesional con otros líderes que "hablan mi mismo idioma" es profundamente motivadora.
Quinto el renovar energía y sentido de propósito, salirme del marco corporativo en el que me encuentro actualmente tras la compra de mi startup por el Grupo Septeo, con sus 3000 empleados, para colaborar con un ecosistema como AMCHO me ofrece un nuevo impulso, permitiéndome sentir que mi voz y mi visión siguen siendo relevantes en otros contextos. Es una manera de renovarme, crecer y seguir aprendiendo.
3. ¿Cuáles son tus ideas para difundir el propósito y las actividades de AMCHO en redes sociales y otros medios?
Desde mi experiencia, la comunicación más poderosa es la que nace desde la autenticidad y conecta emocionalmente con las personas. Para difundir el propósito de AMCHO, propondría una estrategia centrada en lo humano, en las historias reales que reflejan el impacto que tiene esta comunidad en la vida de las personas y las organizaciones.
- Dar
voz a las historias humanas
Me gustaría impulsar una serie de contenidos que muestren testimonios genuinos: líderes que han transformado su manera de dirigir gracias a AMCHO, equipos que han encontrado un mayor sentido de pertenencia, o incluso pequeños gestos cotidianos que ilustran cómo se vive el bienestar en lo organizacional. Las historias inspiran más que los datos. - Contenido
con alma y coherencia en redes sociales
Apostaría por mensajes claros, cercanos y coherentes con nuestros valores. Publicaciones que no solo informen, sino que toquen. Vídeos breves, frases que inviten a la reflexión, y colaboraciones con otras voces que comparten nuestra visión del liderazgo humano. - Presencia
en medios con propósito
Buscaría alianzas con medios especializados en liderazgo consciente, sostenibilidad, innovación social y bienestar. AMCHO puede ser referente en estas temáticas, no solo como comunidad, sino como movimiento. - Eventos
que generen conversación y conexión
Promover encuentros presenciales o virtuales —tertulias, charlas, cafés con propósito— que puedan luego compartirse como cápsulas inspiradoras. El poder de la conversación bien intencionada es enorme, y es también contenido de alto valor para redes. - Liderar
con el ejemplo
Finalmente, creo que los Ambassadors debemos ser los primeros en visibilizar nuestro compromiso. No desde la autopromoción, sino desde el ejemplo: compartiendo cómo vivimos AMCHO, qué nos mueve, y cómo traducimos su propósito en nuestras decisiones cotidianas.
En definitiva, no se trata solo de “comunicar más”, sino de comunicar mejor, con verdad, con emoción, y con sentido. Ese es el camino para que el propósito de AMCHO resuene, crezca y conecte con más personas.
4. ¿Cómo visualizas tu contribución al fortalecimiento de la comunidad en AMCHO?
Visualizo mi contribución a AMCHO desde un rol muy vinculado al cuidado, la escucha activa y la conexión entre personas. Para mí, fortalecer una comunidad no es solo sumar miembros, sino crear un espacio donde cada persona se sienta vista, valorada y parte de algo que le trasciende.
Desde ahí, creo que puedo aportar de varias formas:
- Tejiendo
vínculos significativos
Uno de mis mayores aprendizajes como líder ha sido que el verdadero poder de una comunidad está en las relaciones de confianza. Me gustaría ser un puente entre personas, facilitar encuentros, generar espacios donde se puedan compartir experiencias con honestidad y sin juicios. - Acompañando
desde la experiencia
Con los años he acumulado no solo conocimiento, sino vivencias que pueden ser útiles para otros. Estoy convencido de que compartir aprendizajes —también los fracasos— puede ser muy valioso para quienes están en camino. Me ofrezco a acompañar, a mentorizar, a estar presente cuando alguien necesite una mirada externa y serena. - Promoviendo
una cultura de bienestar sostenible
Aportaré todo lo que esté en mi mano para que la comunidad no solo hable de bienestar, sino que lo encarne. Desde cómo nos tratamos hasta cómo tomamos decisiones o cómo cuidamos los ritmos. AMCHO puede ser un ejemplo vivo de cómo se puede trabajar y crecer desde el equilibrio. - Inspirando
con propósito
Creo que una parte de mi rol también está en mantener viva la llama del propósito. Recordar, a través de mis acciones y mi presencia, por qué hacemos lo que hacemos y al servicio de quién estamos. No hay nada más movilizador que volver al origen con frecuencia.
En resumen, quiero estar al servicio de la comunidad desde la cercanía, la experiencia y el compromiso genuino. Porque cuando cuidamos la comunidad, estamos cuidando también el impacto que podemos tener en el mundo.
5. Si pudieras transmitir solo un mensaje a todos los socios y socios empresa, ¿cuál sería y por qué?
"Cuidar a las personas no es un acto secundario: es una decisión estratégica, ética y profundamente transformadora."
Transmitiría este mensaje porque resume lo que he vivido, lo que creo y lo que intento practicar cada día. Las organizaciones —como las comunidades— no se sostienen solo con números ni con estructuras; se sostienen con relaciones de confianza, con propósito compartido y con líderes que se atreven a poner a las personas en el centro.
A veces confundimos bienestar con comodidad, o humanidad con debilidad. Pero es al revés: cuidar es un acto de coraje. Crear culturas sanas requiere valentía, constancia y una mirada de largo plazo. Y cuando se logra, el impacto es enorme: en el compromiso de los equipos, en la innovación, en la sostenibilidad… y en la huella que dejamos como líderes y como empresas.
Por eso, si tuviera solo un mensaje que dar a los socios y socias de AMCHO, sería ese: que nunca subestimemos el poder de cuidar bien. Es ahí donde empieza el verdadero cambio.
Nacho Rodrigo se incorpora al equipo mundial de Ambassadors AMCHO